Uno de cada tres habitantes del planeta no disone de toda el agua que necesita, cuyo mínimo se estima entre 20 y 50 litros por día. Dentro de veinte años serán dos de cada tres.
Nuestro consumo puede explicarse por el bajísimo precio del agua en nuestro país, el segundo menor en Europa.
Los problemas que surgen de este consumo galopante son el agotamiento de los acuíferos, la sanilización de los acuíferos costeros y la necesidad de nuevos embalses.
El agua es un recurso insuficiente. Aunque parece renovable, la cantidad de agua por el ser humano en un momento determinado es insuficiente, mientras que la población siga creciendo.
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